Hoy he visto a un alma sufrir.
Tenía ojos de profunda tristeza,
Y sus dolores llegaban a herir,
Hasta el aire de su belleza.
Hoy he visto a un alma sufrir.
He visto que hacía con agudeza,
No se oía más que un gemir,
Que callaba toda la naturaleza.
Pero una luz decía su porvenir.
Una luz que acudía con presteza.
Mágicamente la harían sentir,
El significado de la pureza.
Amiga, no sea el dolor, tu vivir,
No olvides que en ti hay riqueza,
Que tus raíces lleguen a decir,
Cuanto de fuerte será tu corteza.
Sé que no te dejarás abatir,
Confía en ti y en tu fortaleza,
En la luz un ángel há de venir,
Y guiarte en ella, será tu proeza.