MI BARCA NEGRA
Era una noche de estrellas,
la luna no se veía
yo, sentado en la barca,
contaba mis elegías.
La noche clara y serena,
los vientos adormecían,
y yo, por la senda negra,
a palos con mi desdicha.
Abandonado en la noche,
sin poder hallar sonrisa
para dársela a mi alma
presa de melancolía.
¡Ay, mi chalana negra!
¡Ay, suspiros de mi vida!
¡Cuánto amor acumulado
se oculta en la barca mía!
¡Cuánto yo perdí de amaros!
¡Cuánta gloria os daría!
¡Qué pobres fueron mis sendas!
¡Qué sendas tuvo mi vida!
¡Qué larga noche de estrellas
en esta barquilla mía!
¡Qué negra sombra me cubre!
¡Qué felicidad tan esquiva!
Fue una noche de estrellas;
junto a las olas que brillan,
allí no estaba mi barca.
La barca de mis delícias
se había ido en la noche…
aquella barquilla mía.
¡Ay, mi chalana negra!
¡Ay, suspiros de mi vida!
¡Cuánto amor acumulado
se oculta en la barca mía!