La necesidad de no pensar en la metafísica entre la fuerza y la energía contenida en un deseo de acallar el impulso de recortar el lazo que una vez se juró quedar unido hasta la eternidad...,
y la eternidad no es para siempre-
pensemos otra vez en voz alta]
te lo dije, no había que decirlo
las palabras no solamente son la dicha de escapar de la realidad
sino que, en ciertas dosis de amargura y cariño
son capaz de hundir el abismo en tu boca
sintiendo un sonido metálico a tráves de la garganta
-quieres gritar- pero callas junto a las lágrimas, sigilosas y quietas- recuestas el alma en la cama, desvelas el cuerpo y te clavas el puñal de los sueños, no quieres cerrar los ojos, no quieres!!
sin embargo
la muerte es más fuerte -tiene más masa- y el impulso de una palabra inválida es capaz de cerrar la respiración en una agitación temprana -nerviosa-
deletreas los dedos en las teclas, torpemente, no piensas en la mente, y no mentalizas el pensamiento, tan sólo no quieres pensar- no quieres recordar, no quieres soñar/
El error fue darle una imagen a ese lazo de amistad,
[De elástico duele, duele que se vuelva a cortar]
que sé venza la confianza
y se dibuje el dolor*
Duele pensarlo
recordar-lo
soñarlo duele,
un palabra
un engaño
eso duele.