Con la fuerza de un huracán,
Me llevaste hasta ti
Sin titubeos, con decisión.
Sin preguntar y sin rodeos,
Fuera del tiempo
Y del espacio
Sin mente y sin reacción.
Sin ninguna elección.
La mente me respetó,
Nos dejó solos...
Allí sola contigo...
Y con mi esencia
me dejó.
Me invadió una paz extrema...
Mi paz serena.
Sentí tu masculinidad
Desde mi femineidad,
sin sexo...
Ni nada que se parezca...
no es eso.
Cerré los ojos,
me dejé llevar,
El mundo se paró...
Desapareció.
Sólo fue un instante,
No había nada,
Pero esa nada....
era el todo.
¿Cómo explicarlo?
No hay palabras,
Para poder expresarlo.
Una ráfaga, pura energía...
dos corazones galopando,
En perfecta sincronía,
Danzando, bailando.
Dios quiso ser yo...
Para sentir lo que sintió.
En ese instante...
no era yo, era Dios.
Juntos tú y yo.
...y toda la creación.
Instante sagrado,
En amor nadando...
Temblando, ¡Vibrando!
Éxtasis de pasión,
No me digas nada...
El corazón habló