Ya siento que te extraño.
Aún sigo aquí. De pie, sentado
y de vez en cuando volando.
Pero sigo aquí, y ya siento que te extraño.
Mi sonrisa está desnuda de lágrimas.
Hay un loco que habita en mí.
Ya sabes, esa locura me equilibra.
Pero eso no tiene nada que ver.
Pues aunque sigo aquí, ya siento que te extraño.
El sentimiento es inefable.
Perdura todo el tiempo aunque así no lo quieras.
Cada cierto tiempo suelo olvidarme de mí.
Pero tú me recuerdas que existo.
Ya siento que te extraño,
porque contigo todo es poderoso.
Todo es mágico, todo es todo.
Lo nuestro, lo tuyo, lo mío. Todo.
No sé cómo fui a enamorarme de ti,
como lo dije ya, aquello es inefable.
Pero adoro tanto que sea así,
cuando de algo no sé, tú siempre lo sabes.
Ya siento que te extraño.
Aún sigo aquí. De pie, sentado
y, siempre, ¡siempre! volando...
Pero sigo aquí, y ya siento que te extraño.