Vendrás…
Con el eco de tu voz a susurrar en mis oídos
Las melodías sepultadas en el pozo de mi alma,
Con tus dedos recorrerás las arenas de mi piel
y surcarás caminos insospechados en mi vientre.
Inventarás palabras que como flechas surcarán el aire
y caeré rendida para sumergirme
en el misterio de tus ojos
en una mirada que traspase el tiempo.
Habrás de descender hasta adentrarte
en la esencia misma de mi ser que espera tu llegada…
desde el remoto confín del sueño primigenio,
cuando siendo apenas una trémula semilla
sabía que algún día existirías
para colmar la sed, el hambre,
el duelo de todas las muertes
que a través de la vida me irían pariendo.
Habrás de llegar un día hasta la orilla
De los ríos que corren desbocados en mis venas,
Para llenar con el latido de tu sangre
El clamor de todas las esperas
Que fueron deshojándose en horas viejas.
Y flotará en el aire tu perfume,
Notas impregnadas de sal de mar,
De tierra húmeda con gotas de lluvia,
De amaneceres cubiertos de flores silvestres
Y noches mojadas con gotas de luna.
Y vendrás… yo sé que vendrás…
Que te he amado siempre y en otros rostros
Creí ver la imagen de tu rostro amado,
Pero en un remoto rincón de este mundo
O de otros mundos
tu rostro también me estará buscando
Y en algún momento tus pasos encontrarán mis pasos,
En algún momento tu sombra se cobijará en mi sombra,
Ya no habrá más pretextos ni tampoco excusas
Para no fundir tu cuerpo y el mío en un eterno abrazo…
Yo sé que vendrás…
Y te estoy esperando…