Mi sangre hierve después de amarme.
El sudor empapa toda mi piel al acabarse
esa pasión que ha invadido mi alma
donde mi corazón enamorado burlase.
¿Cómo no me he dado cuenta?
me ha empachado de deseos
y placeres ignorantes a mi edad,
pasados ya los cincuenta.
¡Nunca es tarde, si lo adviertes
descubriendo la razón!
de por qué borré tu imagen
dentro de mi corazón.
Hoy he sabido, el disfraz apasionado
con el que tapé mi pecho
para no ver el amor
que aún guardo de ti, dentro.
La pasión, la juventud
negaron todo este tiempo
que aquí dentro mandas tú.
Aún sigo enamorado y te amo, no lo niego,
ella ocupó ese vacío que dejaste este invierno.
Me ha colmado de placeres, de lujuria,
fantasías anheladas contigo cada verano,
ha conseguido taparme todo...
¡todo! cuanto yo te he amado.
(Ermanué) Escrito ahora mismo.