Me acostumbré a no extrañarte
porque siempre has estado presente.
Arraigado te he tenido
como raíz porfiada
y sacarte no he podido.
Ya no te hecho de menos
porque siempre te he tenido conmigo.
No has querido marcharte
te has hecho parte de mi destino.
Te tengo aquí siempre,
en mis noches en vela,
en mi desvarío,
en cada estrofa que pienso,
en cada letra que escribo.
Ahí estás tú, sonriendo
como un mimado niño.
No se porque no te has querido ir
y te quedas, ,en mi pecho herido.
Me acostumbré a no extrañarte
porque te sigo sintiendo muy mío.
Porque el ente de tu amor
se pasea por mi cuarto
porque nunca has desaparecido.
Porque me haces el amor
cada vez que se te antoja,
porque sabes que te amo
y olvidarte... No me provoca.
Mónica,
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.