Tus lágrimas rodaban espaciosamente en esas mejillas ante la inminente salida
de tu adiós a un destino no deseado por el amor , y los inquietantes
deseos del corazón de no perder aquéllos momentos tiernos
cubiertos de tus besos alentadores antes las horas del tiempo…
El fuerte rugir del viento acariciaba tu rostro
lleno de ternura , tratando de secar aquellas lágrimas de dolor
ante la imperante precisión del reloj y el tiempo
y aquellas ganas de desistir un adiós no deseado , derramando esperanzas …
El amor es esperanza me decías abrazándome con mucha pasión
y el rodar de tus brazos entrelazando mi cuerpo con furor ,
me insertaban de aquel fuerte latir de tu corazón
llevándome a los momentos de tus deseos ardientes en tu mundo deseado…
RIVAS JOSE