Tengo un nervio largo
escondido en mi cuerpo
que cuando era un niño
era corto su destino
Pero ya fue creciendo
por los años vivídos
a pesar de estar metido
entre el cuero crecido.
Y así fué estirando
de la mañana a la noche
y en la próxima aclarada
el bandido ya se hallaba.
En su total alargamiento,
pero de pronto en un momento
ha quedado paralizado,
aunque la espalda se haya encorvado
Y los remedios no han dado
relajo a esta espalda,
que va llegando a la falda
por el nervio encorvado.