AULLIDOS
La noche callada
en una danza
de sombras azuladas.
La luna en su gran magnitud
peinando la colina,
con su peine de plata.
Las nubes: su cortina y sus velos.
Ella, concupiscente
como una hembra en celo,
ha provocado en la fiera
extraños anhelos.
Estaba ahí, contemplándola
con sus ojos de fuego,
deseando que descienda
por sus hilos de plata
y se vuelva como él
y los una el deseo…
Ella, cerró sus ojos y soñó
sobre almohadas de luceros,
que él, ascendía por ella
entre aullidos en celo.
La noche con su magia
creó la fantasía
y, cuerpo a cuerpo
entre nubes y estrellas:
los aullidos se dieron.
El amor se cumplió,
satisfecho el deseo;
y, la noche tembló,
se ha cumplido aquel sueño
LA NOCHE Y SUS AMANTES, PASIÓN Y DESEO