Invade al aire el frío
un frío que hiela el alma.
El vidrio de la ventana
de mi cuarto se empaña...
El invierno llega
sin piedad, sin tolerancia,
dejando las calles vacías
con sabor a nostalgia.
La noche se arrima
con premura,
tan oscura...tan fría;
todo amanece con escarcha.
El tiempo lentamente pasa,
los días se tornan grises
y en la soledad de mi cuarto,
extraño los días felices...
Por fin un día,
se escucha en el alba
el trinar de los pájaros,
como un concierto de esperanza.
La primavera, florida
y asonada impone su magia;
hoy ya me siento sereno,
queda atrás el invierno...
Adolfo César (NAZARENO)