Cuando éramos niños
teníamos la inocencia en la mirada
nuestro pueblo y el campo
el colegio y el río
un amor puro, como la flor de jara
una ilusión durmiendo
que solo la intuíamos.
Los amores de niño
solo tienen miradas
y corazón que late
con sonrisas veladas.
Dimos un gran paseo
del campo en primavera
nos reíamos, saltábamos,
no había espiga de trigo
tan rubia como tu.
Llevabas tu cajita de madera
que íbamos a enterrar
en un lugar secreto
a tres pasos del pino,
con los recuerdos mutuos
que había que improvisar.
De tu mochila sacaste
un trozo de papel
en donde dibujaste
un corazón pastel.
yo dibujé tus labios
y tu pelo de miel.
Hicimos un gran hoyo
allí quedó guardado
nos dijimos que solo
los dos juntos un día
lo podríamos sacar
la mañana del día
que nos fuera a casar.
Tu te fuiste del pueblo
llorabas en el tren
yo me quedé tan solo
en aquel triste andén.
Nos mandábamos cartas
con caritas risueñas
yo soñando contigo´
sabiendo que me sueñas.
Luego fué el accidente
el cartero no vino
y mi buzón tan solo
como mi corazón.
Hoy regresé al pueblo
y todo había cambiado
andando solamente
a tres pasos del pino
estaba la cajita
que guarda un corazón
unos labios tu pelo
y una triste canción.
La llevé a la ciudad
y la guardé conmigo
y conmigo estará
hasta que esté contigo.
Primer amor de niño
triste desenterré.
ahora duerme conmigo,
nunca lo olvidaré.