En la cripta de los
amores muertos.
A mi corazón oía.
En una esperanza
baldía.
De encontrar algún
recuerdo.
Que en mi cabeza
aún tenía.
De la cripta salí al
oscurecer el día.
Convencido de que
allí no estaba.
La que buscaba.
Y fue cuando la vi.
En el último escalón
del silencio.
Desde cripta decía.
No te olvides de mi
vida mía.
Que para ti estaré
siempre viva...
Rafael Pablo