Busquémonos entre las variables,
Entre las inconstantes adversas
Entre los momentos afables
De nuestras conversaciones amenas.
En la simplicidad de las sonrisas
En la cotidianidad de los esmeros
Donde encontremos motivos sinceros
Para amar cada uno de nuestros días.
Busquémonos en las tardes lluviosas,
En el vapor que desprende el café
En las noches donde las ideas sean tormentosas
Y en las tardes tranquilas y cálidas como el té.
Que nuestros versos se fundan en el aire,
Y nuestros alientos creen poesía,
No importa si no estamos juntos todavía,
Porque la vida es más cuestión de tiempo.
Que nuestras miradas se encuentren furtivas,
En los avistamientos tiernos y curiosos,
Que nuestras ansias se vuelvan lascivas,
Mientras que nuestros deseos se hagan más puros.
Busquémonos bajo el manto nocturno,
Cuando solo sea cómplice la noche,
Y lancemos a ella el reproche,
De los días que no pudimos estar juntos.
Busquémonos en los mensajes de buenos días
En los deseos puros de buenas noches,
En los primeros pensamientos de los días,
Y en los sueños más dulces de las noches.
Ya habremos de encontrarnos mutuamente,
Y recuperar con ello el tiempo perdido,
Detendremos el tiempo incluso el de nuestros latidos,
Para sellar nuestro pacto con un solo beso.