Que enamorado estuve,
De una mujer que indiferente se porto conmigo,
De una niña que a la cual le tuve:
Amor, afecto y cariño.
Que tonto que fui
Al creer que todo eso ella se merecía,
En ella todo mi amor di,
Y ella solo jugaba a que me quería.
Como extrañaré esos besos,
Que con fervor ella me daba,
Esos labios perplejos,
En los que yo mi sed saciaba.
Caricias tiernas,
Que con fingido amor ella me daba,
Y aunque ninguna de esas fueron ciertas,
Yo como un tonto las apreciaba.
Miradas que sinceras parecían,
Y aunque con contrario significado,
Yo diciéndole que la quería,
Ella diciéndome que solo he sido su esclavo.
Talvez tenga razón,
Pues yo un esclavo fui,
Un esclavo de su corazón,
De ese corazón, que ya no siente nada por mí.
Mas yo confiado estoy,
De que a ella he de olvidar,
Y de aquello que he escrito hoy,
Ya nunca más me he de acordar.