Sin mas llegó,
volvióse gris mi negro pensamiento.
Se aferró aun así
ante burdo ser: frígido, estático,
entre nieblas de brillo azul
nuevo renacer sembró en mil almas
que entorno a aquel observaba.
Sin saber miraba, sin observar,
Atenazándo quebraban
marchitos prejuicios renaciéron
quemando cual legia sobre herida
la despedida, sin mas llegó.