Toda razón de mi saliva
se desprende de tu silencio…
El hilo evanescente de tu alma,
que me aferra la vida,
me hace protagonista de tus sueños…
En mis aguas se escriben tus dedos
como un océano de tules,
surcando el excitante temblor
de un flameante y volátil momento…
Las marcas azules
caminan la historia de mi pecho
y su eco se consume
en el lugar que conmigo te he dispuesto…