La muerte espera en la acera
anhelando un corazón,
esperando despedidas,
lutos con viento sin sol.
Corazones de madera
sin derechos de amar
meten la cabeza en la tierra,
tierra sin risas ni paz.
Tierra de nieve inmantada
que atrae el hierro mortal
de una espada llena de sangre
de un corazón rapaz.
Tierra oscura de olor profundo
a zumo de miedo y dolor,
a estacas en pechos inocentes,
a juicios de televisión.
Humildad regalada en las calles,
guillotinas en cuellos de niños,
gritos feroces, sin oídos
para atender su predicción.
Juegos de azar en las calles,
guitarras sin rock n´roll,
voces divinas dormidas,
nunca hay tiempo a favor.