aprendiz de poeta

Tú, mi desvarío.


Te volví a necesitar como siempre
quizás te llamé con mi subconsciente,
lo más probable es que sea así.

Sentí mi cuerpo entumecido
con mucha falta de abrigo,
recordé la tibieza de tus brazos
y el aroma de tu fuego al rojo vivo.

Mi piel, se comenzó a erizar
y como si estuvieras conmigo,
un oleaje de pasión invadió mi habitación,
y se me retorcieron hasta los tobillos.

Conociendo tú mis caminos
te internaste en lo húmedo de mis sentidos,
y como artífice de mis delirios
le fuiste dando vida
a lo que yo quería contigo.

¡Es que, no sé como sucedió!
¡Es que, fue tan real!
¡Es que, fue todo tan magistral
Que me saciaste hasta el final.

Una alcoba con aroma a pasión
una cama con olor a maravillas
unos labios con sabor a manjar
y una mente que
te sigue llamando,
saben que te necesitarán otra vez
porque tú eres su desvarío.

Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile 24/09/2014