El viento en las enramadas
baila con las hojas secas
y ellas muy entusiasmadas
se agitan y no se aquietan.
Si yo fuera como el viento
iría a toda carrera
como viaja el pensamiento
sin que nada lo detenga.
Si esta ventisca soplara
en dirección a tu casa
yo te enviara las palabras
que me nacieron del alma.
El viento está enfurecido
y nadie puede aguantarle
parte ramas, tumba nidos
y golpea ventanales.
El viento con su inquietud
no descansa ni un momento
mostrando allí su virtud
de muchachito travieso.
Viento que lleva palabras
dejando profundas quejas
me dejaste sin el habla
espero me la devuelvas.
Viento que agita la loma
levantando polvaredas,
no llores por la corona
del reinado nada queda.
Si yo fuera como el viento
tuviera mucho dinero,
llevándome los tormentos
de cariños traicioneros.
El viento trajo perfume
al pasar por los jardines
alegrándome los lunes
con aromas de jazmines.
El viento está tan furioso
que fabricó remolinos,
porque vio perros sarnosos
que se la daban de finos.
---------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.