Te marchas
y el silencio arremete contra el muro de mis dudas
se enciende el infierno de mis interrogaciones.
Me marcho pero vuelvo luego
para quemar el fuego,
para encender las luces y sellar la entrada del infierno
y acabar con tus interrogaciones.
Vuelvo con pasos inciertos hasta el callejón de la soledad,
de una soledad implacable que hizo metástasis en el alma
y se arrincona en el corazón,
Vuelvo con versos revoloteando en mi sonrisa
buscando tus versos para constelar nuestra noche.
Te vas y desaparece la poesía,
imperan los lugares comunes
los versos sin fondo.
Pero vuelvo y me arrulla la armonía de tu voz
Impresa en letras que traspasan el cristal
del tiempo y la distancia;
vuelvo y me interno en tu alma.
SILVIAKARL