Acaso tienes algo que agradecer
cuando me regalas la belleza de tus ojos
como agua cristalina del roció en una flor
cuando al oír tu voz escucho el canto de las aves
y vuelvo agradecer por contemplarte.
Acaso tienes algo que agradecer
cuando me regalas tus suspiros
el guiño de tus ojos
el aliento de tus besos
y vuelvo agradecer por conocerte.
Gracias te doy
por dejarme contemplarte y conocerte
como una flor que sin querer
encontré en la selva de la vida
Flor que es riqueza y ternura
por su gracia, su luz y su pureza
y nuevamente al contemplarte digo
que suerte tengo al conocer esta belleza.