Viendo una vieja foto en la que el salía, era un niño que de la vida se reía como se ríen los niños que no temen a nada, ni al hambre, ni a la sed, ni calamidades de aquellas que se llevaron a tantos niños en tiempos pasados en nombre de un bando perdedor o del otro no perdedor.
Viendo esa vieja foto no puedo dejar de fijarme en una maquina de aquellas que las echabas una moneda y recogía un disco que tu elegías y su música sonaba en todo el local, siempre había alguien que a la maquina echaba y su música sonaba una y otra vez, cuando no sonaba Perales con su “velero”, sonaba Raphael con “yo soy aquel”.
Viendo esa vieja foto veo a esa familia que en aquella época era feliz, tenían todo aquello que se podía tener una familia una casa y un amigo con quien disfrutar de buenos momentos en la calle o en aquel bar donde la música suena una y otra vez en la rokola.
Viendo aquella vieja foto no puedo dejar de fijarme en aquel bar que tantos y tantos recuerdos traen a la memoria de aquellos que en esa vieja foto salen, horas de buenos momentos pasados en aquella barra tomando un refresco, abriendo boletos y jugando a los chinos con los viejos amigos.