BENDITA LUZ
Como el primer rayo de sol en la mañana recibí sin saberlo tu bendición,
ese haz de colores que atravesó aquella armadura que construí tras varias vidas,
Y pensar que eran mi ser y mi alma las que trataban de abrazar tu cuerpo,
sin saber que al mismo tiempo quedaba desnudo frente a tí.
Había realizado un acto de cariño sin saberlo, pero como toda ley que rige la justicia,
ese obrar repercutió en mi, deshaciendo las sombras que me rodeaban,
fue gracias a tu luz que quedé libre de aquello que llamé protección, que también fue mi prisión.
Bendita la hora en que te escribí unas líneas para curar tus alas,
y bendito el momento en que soltaste en sollozos para acurrucar tu figura entre mis brazos,
como bálsamo para mis heridas fueron tus lágrimas originadas en pérdida y desdicha,
pues en ese momento ganabas nueva fuerza y dibujabas por fin una sonrisa.
La ventura es recíproca se nos dice, mas nuestra aventura efímera y celestial no fue sólo terrenal,
el momento en que nos tocamos extasiados, las almas quedaron abrazadas,
para recordarnos que aunque el tiempo y la distancia fueron un obstáculo,
el deseo y el cariño elaboraron puentes para compartir ambos, días de pasión y paz.
Llamar a nuestra despedida un error, no es para nosotros tarea,
no somos jueces ni testigos, mas estar lejos de ti me sabe a castigo.
Hoy por hoy no sólo mis memorias me recuerdan que contigo forjé y viví fantasías,
sino que me dejan la moraleja de saber que tú eres aquella bendita luz que me devolvió mi bondad.
No pasas por la vida sin dejar huella, y sin dejar de bendecir la vida de muchos,
por más errores que cometas, el camino es duro pero al final premia.
E. Omiste