En medio de una noche oscura
viviendo entre sombras
entre insomnios cometidos
yace el alma de aquel poeta
cuya causa esta perdida.
Su amada es esclava de las letras
se consume lentamente
e inexorable en vacío
maldita en su desgracia.
La desgracia del amor
es la desgracia del alma
la maldición del poeta
sin respuesta valida.
Que Dios libre a los hombres
de aquello que llaman amor
a los que creen y a los que no
porque no hay vicio peor
que aquel de decir te amo.