Ella sabe que es por ella
todo, todo cuanto en mi florece.
Lo entiende tácito en mi silencio
o de menos lo sospecha en mis palabras.
Yo sé que ella sabe
porque sé como es
y porque sabe como soy.
Porque entendemos idiomas
que nadie más entiende,
idiomas que talvez no existen
y sólo nosotros imaginamos.
Es que así fue siempre esto;
Algo que únicamente nosotros comprendimos.
Nunca se lo dije, pero ella sabe
que mirando al cielo pienso en ella,
como si en una nube hallara su nombre
y me llevara a una costa del alma suya.