Sé que todo lo que vivo es una caída sin freno,
Donde todo es nada bueno porque al fin quedé cautivo;
Desde que te conocí se me esfumo la alegría,
Y es mi eterna agonía el saber que te perdí;
Es un adagio infinito, es una pausada senda.
Es una muerte muy lenta que me ha dejado contrito;
Y entre tanta soledad por el inmenso vacío,
¿Por qué será, amor mío, inmensa mi oscuridad?
Es un juego de mentiras, de tan infaustos momentos,
El mundo de sentimientos y de promesas fallidas;
Amor es melancolía, una fatal decepción,
Entregar el corazón a quien tan sólo mentía…