Ojos mios, que ven en la mañana, nísperos maduros
revolotean los pájaros anaranjados de pecho azul
¡Oh primavera llévame una mañana!
Siendo el brote firme de los nogales bellos
tierno brote de los parrales
pura flor blanca, de los cerezos
en mi late la sabia hermana
pues detrás quedó el otoño que poco a poco
fundiese en partes a mi alma en leños
por ello y muchas cosas mas
celebro tenerte a ti amigo
en tus otoños
en mis primaveras
en las noches de insomnio y estrellas
¡Oh este instante, abrazo de el universo!
De vida eterna en las palabras,
a ti árbol longevo, a ti poeta insondable de filosofías
te alabo, pues existes en mis cuatro estaciones
de la vida, bondad inmerecida
talentos y nostalgias.
Darío Ernesto Muñoz Sosa
Autor.
Septiembre 26 de 2014
Argentina