Era el octavo mes
Del año catorce y segundo milenio
En que por primera vez
Compartía sus escritos anónimos Plinio.
Fueron siete días después del vigésimo
Cuando rompió sus cadenas,
Grilletes atados a aquel temor viejísimo
Untados de cobardías y penas.
No se sabe cuando nació ese temor,
Pero se conoce su primer escrito
Que a sus diez años aclamó al Señor
Pidió por los pobres al cielo en grito.
Creció escribiendo en secreto
Al amor, política, a Dios y fantasías
Fábulas de amores discretos
Y esperanzas de cumplirlos un día.
Siguió un rastro de antiguos versos
De poetas que el mundo entero aclama
Y quedó entre nuevos poetas inmerso
poetisas y amigos de Poemas del Alma.
Un mes compartiendo su entera vida
Entre escritores, poemas y arcanos
Esta vez sin temores y la frente erguida
Sintiendo el cariño de sus hermanos.
Deja al aire en desnudo la evidencia
De esta gratitud plena y eterna,
Deja entre hermanos su vivencia
Hasta que muera la pila de su linterna.
Escrito en piedra con fuego y pasión
Nuevamente agradece a todas y todos
Por el flechazo certero al corazón
Y por recibirlo con cariño de este modo.
Derechos de autor por J. Plinio López S.