Cuba: la piel de mis días
con nostalgia de guarapo,
vértice por donde escapo
amarrando poesías.
Canto de las fiebres mías
soportando el horizonte.
Brecha de luz y sinsonte
sobre el techo del palmar;
contraste de cielo y mar
con el cetrino del monte.
Rumba que sabe a aguardiente
con aliento de tabaco,
cuando un vestido de saco
se salpica de relente.
Tocororos en la frente,
perfume de mariposa.
La vocación generosa
como parte del orgullo;
sol de martiano capullo
en una mano amistosa.