Yedra quiero ser
para enredarme en tu cama,
subir por la paredes
y que en tu cuerpo se enlaza.
Yedra que da escalofrío
cuando a su piel se amarra,
yedra que entra silenciosa
en tu alcoba,
mis hilos de sangre tejen
volantes sobre tus sábanas.
Son tus besos en mi espalda
avispas y vientecillos,
son tus manos suaves.
Peces parecen tus yemas
cuando por mi piel se pasean
en las noches de desvelos.
Se encierran en la alcoba
rumores de tibia aurora,
al mirar nubes y montes
en las yertas lejanías
se quiebra su corazón
de azúcar y yerba buena.
Un caravana de luna
lo sostiene sobre el agua,
a la niña hecha hiedra
a esa mujer que te ama,
yedra quiero ser
yedra para subir a tu cama.
Mariarl
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