Fuimos dos en un instante
jugando a ocultarnos, saltando sobre terceros
en un juego venturoso
donde no hay ganador mas solo codiciosos.
Fui quien quise ser
la musa del poeta en mi cama
dos almas se disfrazaban
para mirar otro paisaje.
Sábanas de y para ciegos
cubran a estos dos, quienes quieren seguir jugando
uno quiere conocer
lo que se siente el no poder amar.