El fresco aroma de la liberación sirve para perfumar el cielo. La mirada que no cae predice el acto que no se desperdiciara nunca. Lo hecho, de pequeños asomos al universal trato, se afina hasta percibirse a punto, a punto de romperse contra el natural pensamiento.
Nada he creado… si al menos restara en tu proximidad un beso virgen, y afuera yo capaz de salvarlo al margen de mis silenciosos labios. Si de repente despertaras limpia de todo recuerdo, mirando por primera vez el sol, no pensarías que tu corazón a dejado de vivir en este mundo, no extenderías tu mano para contactar con un Isaac distinto.