Al pucho (cigarrillo)
Cómo te extraño, amigo, en las noches de insomnio
Fuiste mi fiel compañía por tantos años
Que hoy me cuesta horrores olvidar tu presencia
Estuviste a mi lado en los días más tristes
Y también en aquellos momentos de alegría
En rondas con amigos, en todos los paseos
Después de las comidas saboreaba tu aroma
Y eras infaltable en mis horas de estudio.
Si eras mi fiel compañero en días solitarios,
también era cierto que casi sin darme cuenta,
te fuiste apoderando de mi cuerpo y mi alma
y te convertiste en mi dulce veneno ansiado.
Por eso, sin ser ingrata, te ruego no regreses
Ya no quiero ansiar más tu presencia dañina
Deja que mis pulmones respiren aire puro
Y correr por los campos aspirando las flores.
Me despido del amigo y a la vez enemigo
Que si bien hace rato que ya no me deleita
Decidí hoy dedicarle estos versos amargos
Y con toque de humor hacia el fiel compañero
Que fue mi desahogo en los tiempos de cambio
Y más tarde tortura en los años maduros.
Hoy me siento feliz que no esté más conmigo.
Y así le digo Adiós y espero que hasta nunca.
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