Evoco tu recuerdo desde la raíz de mis penas
Que cantan con un llanto amargo, esta terrible condena.
Cuando aquella noche como está, plagada de bellas estrellas
Titilaban tus ojos serenos y nuestras manos se perdían entre ellas
Y esa llama que has dejado de tu fuego incandescente
Me ha hecho sufrir este anhelo, dejándome al paso y de frente
Porque el destino me sonreía en aquellos tiempos de locura,
Porque tu eras mi amada y yo era tu vida
Porque me tranquilizaban tus bellos ojos de poesia
Y ese rojo de fuego carmín que hoy me quema en mi desdicha
Porque te llevo en el alma marchita ¡oh terrible melancolía!
Recordando lo divino y lo bello que lapida mi agonía
Mas hoy evoco tu recuerdo desde la raíz de mis penas
Diciéndote que sigues ahí, y no es porque yo lo quiera
Solamente el recuerdo alimenta la vejez de este joven con penas
Que al saber que tú fuiste mía, mi corazón arde en llamas y grita:
¡Evoco tu recuerdo desde la raíz de mis penas!