gaston campano

Noche de bodas super erĂ³tico, solo para mentes muy equilibradas

Mi lunes de mejor alegría.

 

 

Estoy preparando el tálamo

con pétalos de rosas rojas,

aroma de perfume francés

que no creo encontrar tres.

 

Todo el merecimiento

es para una dama encontrada

en un querido portal,

que será mi bien casual.

 

Ella, alta pelo rubio, de una celeste mirada,

cejas finas, pestañas negras encurvadas

cuello blanco para lucir

collar de perlas azuladas.

 

Senos blancos turgentes

como copa de champagne

para poder libar

encontrando ahí la muerte.

 

Cintura, por la avispa envidiada

unas caderas hermosas

por treinta años cuidadas

la haré una mujer famosa.

 

Siendo una primeriza

en las lides del amor

es la mujer ideal

por su silencio mayor.

 

Nuestro nidito de amor

de albas sábanas bordadas

hay una mesa preparada

con chocolates y sabor.

 

Con mis brazos aún potentes

la depositaré en el lecho

con un cuidado extremo

y mirándole sus pechos.

 

Pero por andar apurado

un pie ya me quebré

y me han puesto una placa

con clavos que son ya tres.

 

Suavemente me introduje

y su piel adoraré,

ponte de lado le dije

para no romper tu piel.

 

Ella no dijo nada,

¡Ves con los clavos te pinché!

Pichssss mujer de goma

por la flauta te desinflé.