Al tropezar
nuestras miradas,
a la mente torbellinos de fogosidad
arribaron.
Una nube de cariño plena,
en idílicos relámpagos,
su brisa sobre tu belleza derrama.
Dejando sentir
el aroma a flor de azahar
emanar de tu ser.
Al estar cerca de ti
el imán emitido de tus ojos,
el corazón atrapó.
Lo tibio de tus manos
hizo arder de ilusiones las mías.
En ese mismísimo instante,
sentimientos profundos afloraron.
Desde ese día
en la penumbra de los sueños,
tu recuerdo llevo,
tú figura en el filo de mis pestañas,
con hilos celestiales
colgada está.
La claridad de tus encantos,
el firmamento de mi mirar recrean.
Al posarse en la fina transparencia
De los ojos tuyos.
Deslumbrado quedé
ante el esplendor de tu real majestad.
De tus labios la sonrisa
mi vida iluminó.
Bambam