Yo también fui engañado
Con un beso,
Que estampo sobre mi boca,
La traicionera de mi amor.
Un beso también
Por algunas monedas
Que le di,
Y me pago con el veneno
Malvado de su amor.
Adolorida, y triste quedo
Mi pobre alma,
Sintiendo la traición inesperada,
Y soportando la pena que sufrimos los dos.
De consuelo le dije: mirando el cielo,
Vale más el perdón que le ofrecemos,
Que las monedas recibidas
A cambio de su amor.
Yo también fui traicionado con un beso
Que me ofrecí de su pecho
Lo que creí mi amor,
Y estoy crucificado en el olvido
Que ya mi corazón de pena agonizo.