Si el amor toca a tu puerta, no temas, ábrele.
Si escuchas su llamada, respóndele.
Aun cuando sus caminos sean tortuosos, síguelo.
Si sus alas te abrasan, no resistas, ríndete.
Si su espina te hiere el corazón, entrégate.
Si alguna lágrima recorre tu rostro, confía.
El amor es un milagro, no le des la espalda.