No amanezcas el día número uno,
que no salga con su lumbre,
más saldrán los sentimientos, algunos.
Entiende, es imposible que llegues, Octubre.
No ha florecido el campo helado,
no ha vuelto el aroma del amor,
más ha permanecido, ardiente, sin estupor,
la pena de un estado mental atormentado.
Es la última luna del mes
y el corazón, en mil pedazos se parte...
El alma, de tantas vueltas se puso al revés,
y ahora es desecho, ya no es arte.
Cae de a poco la última de Septiembre,
pasible, tranquila como si durmiera.
- ¿No pretenderás que mi esperanza quiebre?
Ignoró e hizo que el amor muriera.