La angustia de existir me acerca a ti…
Así como las almas se acercan a Dios,
¡Yo era prisionero del pasado
pero tu amor me ha salvado!
Sin preguntas ni objeciones…
dos silencios, dos miradas
y una pasión que brota desde el alma,
con ese amor que trae calma.
Yo existía en un mundo lleno de aflicciones,
lamiendo las heridas que la vida
me había infligido… pero llegaste tú,
con devoción en los ojos y miel en los labios.
Trajiste el hálito de vida que yo necesitaba...
con el amor brotando por tu piel,
¡La ilusión florecida de una golondrina
y el valor apretujado en las entrañas!
¡Nos enamoramos… y aquí estamos!…
¡Que hablen, siempre van a hablar
los que no conocen el calor de un beso,
ni saben lo que es amar y ser amado!
¡Mira la alcoba, hoy es la noche esperada
he puesto sábanas de nívea seda,
para que tu pelo y tu cuerpo desnudo
aromen mi cama y mi almohada!
¡Inventaremos ésta noche los dos!,
todo puede esperar, nuestro amor jamás…
¡Amor... qué tersa tienes la piel!
¡Para ti mi amor!… ¡Ven… bésame!
Delalma
10 de febrero de 2010