Desearía nacer hecho de arcilla
para parecerte a ti muy refrescante
al rozarte con mis labios la mejilla
y extender hasta el fin mi cuerpo insinuante.
Para poder acercarme hasta la orilla
y responder a tus ansias al instante
comenzando a atemperarte la rodilla
y así seguir avanzando hacia adelante.
Y cuando ya haya llegado a la mirilla
bordeando del abismo el mal causante
ver en tus ojos la luna como brilla.
Para después de insinuarme a ti, chiquilla,
preguntarte si deseas ser mi amante,
hacia adelante sembrar ya la semilla.