Vicente Martín Martín

No nos falta de nada

No nos falta de nada,

por ejemplo,

si vienes y preguntas te dirán

que aquí nadie carece del odio imprescindible para ser hombre lobo,

nadie pone reparos a que sirvan sus ojos de alimento a las águilas,

nadie viene en auxilio de nadie ni tritura

las miserias del prójimo,

 

que a veces abdicamos del mundo y construimos a oscuras una casa [invisible,

renunciamos al fuego, a los linajes de sal, a la clemencia

y llegamos incluso a prescindir

de la respiración,

somos

una encina en el bosque,

un templo en que no hay Dios

y hasta un país

sin gorriones de invierno ni bultos sospechosos.

 

Y querremos un día retornar a la inocencia absoluta y será tarde,

buscaremos un sueño y será tarde,

miraremos al sol y será tarde,

quizás, nos consolemos

con pensar que nos quedan las ciudades suicidas y los niños de [Herodes.

 

Será tarde y lo sabes,

tarde para ahuyentar extraños, para encontrar amigos,

y sobre todo tarde

para empezar de nuevo…