Al alba magnificencia irradia,
dibujando con su luz
el perfil de una rosa
que solloza en la primavera austral.
Y como vos nena,
inicia su vida,
con una sonrisa,
que despereza el alma.
El alba, que todo lo puede,
abre los ojos
de los que dormidos están,
dándole esperanzas,
del nuevo día,
que nunca es igual.
Y tus pupilas
que se agrandan y miran
más allá de lo que se puede mirar.
El alba, que no se explica con palabras,
uno solamente se detiene a contemplar.
Y aunque pareciese repetirse,
como mi amor no declina,
se renueva, diferente, sin igual.
Ese alba, es como tú nena,
todos los días se asoma,
y me da las fuerzas,
para seguir un paso más.