I
Aquél momento en que te vi
un instante inesperado,
en un día muy nublado
y pensando mucho en ti,
vi lo que eras para mí;
dejándome en el abismo,
lamento amargo y perdido,
traté de no sufrir más
mis heridas, que jamás
quedarán en el olvido.
II
Traté de dejarte atrás
ignorando aquél \"amando\",
ése que estás olvidando.
Sé que nunca volverás,
porque ya nunca estarás.
Y olvidándote estaré,
el ocaso detendré
para no sufrir por ti,
porque yo siempre creí...
\"¡Recordando, olvidaré!\"
III
Cuando menos esperaba
en el olvido dejé
aquél amor que pensé
que jamás se acababa;
sentimiento revolcaba
dejando una huella firme:
he decidido que al irme
puede ser todo mejor,
como con aquel esplendor
de vivir y no morirme.
Autora: Andrea González Rangel.