Es triste ser poeta;
No es por la pobreza, igual ya es tradición nuestra.
No es por la prematura muerte que nos busca,
igual, resucitamos cuando alguien lee nuestros melancólicos poemas.
La tristeza parte de nuestra felicidad,
nace de nuestra castrante inspiración,
donde el sentimiento se convierte
en algo vacío y sin sentido.
La tristeza llego porque somos los olvidados
buscadores de la esencia de los hombre…
Parte de nuestros cobardes corazones
que escriben sublimes sonetos al SORDO tiempo.
Y yo me pregunto ¿Por qué escribimos?:
¿Por los sentimientos? ¿Por el amor y el odio?
(El amor es:
Una mirada, una sonrisa, una inocente platica,
una caricia, una canción, el aire, el suelo, las hojas, el lapicero,
el polvo, la nada y un te odio.
El Odio es:
Una mirada, una sonrisa, una inocente platica,
una caricia, una canción, el aire, el suelo, las hojas, el lapicero,
el polvo, la nada y un te amo.)
La tristeza parte de que somos la elite del vulgo artístico,
Somos albañiles más no arquitectos, mucho menos dueños,
no tenemos una Mona lisa, una novena sinfonía, lunáticos Quijotes,
no bailamos bajo la lluvia, ni actuamos sentimientos,
en ellos no hay poetas.
Mientras unos inmortalizan sus obras,
nosotros asesinamos a los fantasmas que viven en nuestro interior
¡AGRADESCAMOS QUE EL MUNDO SE APIADO DE NOSOTROS,
Y SE ACORDO DE TAN SOLO UNA ESTROFA!
Pues nuestro arte no es tan importante,
nadie dedica hermosas palabras a su amada,
nadie escribe cartas de amor,
nadie canta con ritmo, rima y medida,
¡NADIE!... nadie…
Dime… ¿Por qué eres tú?... ¿Por qué no eres igual a los demás?