Esa vecina chismosa
Tiene veneno en la boca,
Las historias las retoca
Con esa lengua morbosa,
Del daño ajeno es jocosa
Y del chisme hace festín,
Se porta como arlequín
En noche de carnaval,
Poco le importa hacer mal
Si se jacta en su motín
Habla de Pedro y Gustavo
De Valeria y de María,
Y si observa policía
Se le ve en la puerta el rabo,
Grazna y grita como pavo
Reinventando la falacia,
Lo pregona con audacia
A la incrédula Edelmira,
Que atendiéndole le mira
Mientras cuenta la desgracia
Si una vez a don Pablito
Lo metió en tremendo lío,
Porque contó que había trío
En matrimonio marchito,
Y como el que cuenta un mito
Abrió sus ojos de sapo
Haciendo correr el gazapo
En oídos de la gente
Y el imprudente Vicente
No se cayó ni con trapo
Ay vecina indecorosa
Garla por vidas ajenas,
Ríe con risa de hienas
Y se riega siempre en prosa,
Si le dan a Luisa, rosa
Dice que es blanco clavel,
Si puede, pega cartel
En el parque comunal,
Y hace noticia general
Hablando de algún Miguel
Dice que hay altercado
En la casa de José,
Y que el barbero, René
Anda con hombre casado,
Que Gabriel fue abandonado
Por cochino y mujeriego,
Y que Hugo es hombre ciego
Por su pareja Lucía,
Ya que trabaja de día
Mientras Carlos le hace juego
Suelta la bomba al instante
En su importante primicia,
Parla de esposo de Alicia
Diciendo que tiene amante,
Es difícil que se aguante
Pregonando el chismerío,
No importa si tiene frío
Pues le gusta armar enredo,
Dice que Beatriz y Alfredo
Tienen un amorío
Hace poco anda contando
Del zapatero don Daniel,
Cuenta que no es hombre fiel
Cuando anda trabajando,
Y que Adán le está pegando
A la pobre Manuelita,
Que en las noches siempre grita
Al darle de latigazos,
Y que le rayó los brazos
Por hablar con Ana y Tita
Que Luis maltrata a sus hijos
Y que Aníbal es ladrón,
Que don Pedro es un fisgón
Viendo a Luz en escondrijos,
Arma muchos enredijos
Y no duerme la señora,
Vive pendiente de Aurora
En el salón de belleza,
Y en la Iglesia ya ni reza
Pensando no ser pecadora
No hay quien escape de vieja
En sus chismes habituales,
No se salvan los González
Ni Carolina ni Aleja,
Siempre se hace la pendeja
Cuando le están reclamando,
Pero murmura que Armando
No es de David su papá,
Y que Samuel vendió el sofá
Por no estar trabajando
Hasta a la pobre Clemencia
La convirtió en mojigata,
Y vaya si dieron lata
Cuando no estaba en presencia,
Y que al Teodoro en ausencia
La esposa le puso cuernos,
Que le daba besos tiernos
Al sobrino de Wherney,
Y dijo que el hombre es buey
Igualito que los yernos
Y al tendero, don Camilo
Lo llamaba “el borrachín”
Que orinaba en el jardín
Con su compadre Danilo,
Y le robaban de a kilo
Sus sobrinos, el mercado
Que ese crimen es malvado
Para tan bella persona,
Que su esposa era tragona
Y él un pobre descuidado
Cecilia, Hermelinda, Lucrecia,
Ricardo, Rogelio y Pascual,
Eran fulano y tal cual
De esta insolente tan necia,
Si es que a prójimo desprecia
Puede que tenga envidia
Y le es fácil la perfidia
Pues no respeta ni a Juan,
Ese joven sacristán
Del que armó cuento con Nidia
Es mejor no estar al tanto
De los chismes de vecina,
Puede dejar en la ruina
Y provocar triste llanto,
No se salva ningún santo
De esta diabla de miseria,
Si se la encuentran en feria
Ignoren a la granuja,
Porque dicen que ella es bruja
Y la vieja, es cosa seria….