Al fin la musa ha llegado,
pensé que se había perdido,
pero es que no había podido
llegarse hasta mi lado
para inspirarme a escribir
unas cuantas poesías
que me llenan de alegría
y me ayudan a vivir.
Pero hoy me visitó,
a las dos de la mañana,
se asomó a mi ventana
y a escribir me motivó.
Diciéndome: ¡Anda!, que puedes
inspirarte en muchas cosas
como son las mariposas,
las rosas y los claveles.
Y a escribir me decidí,
aunque fuera una poesía
para regalarle al día,
algo que brotó de mí.
Vero