Alcibiades

Suplicando en alejandrino

La conocí; conocerla mejor es mi empeño,

de diosa es su nombre, perfecto como su rostro.

Ella posiblemente es la mujer de mi sueño;

cautivado ante imagen angelical me postro.

 

Siendo un mísero mendigo quiero ser su dueño,

desde que vi su tierna sonrisa me sentí otro.

La esperanza que nace en mí casi es un ensueño;

brinca mi corazón y yo sin querer me empotro.

 

En un momento olvido que solo soy labriego,

ella tan rubia es como las espigas del trigo,

al viento hermosea movimiento cimbreante.

 

Sin otra mesura con valentía me arriesgo,

es por conquistarla mi sentimiento le digo;

encantado a pesar, le supliqué en un instante.

 

El señor de los fierros (Copyright © 2014 -

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